Desde la aparición del SARS COV-2 (COVID 19) en diciembre pasado y su posterior propagación a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud identifico a los adultos mayores como uno de los grupos de la población con mayor vulnerabilidad ante el también denominado “Coronavirus”, dadas sus probables condiciones de salud y su tiempo de recuperación.
La declaratoria como pandemia trajo consigo, también, una serie de medidas preventivas por parte de las diferentes instancias de salud, en particular en las acciones correspondientes a los adultos mayores, tales como la recomendación de la protección y asilamiento de los ancianos.
Para Carmen Elvira Hernández Magaña, académica del Centro Universitario de los Valles y especialista en gerontología, además de la problemática de salud que representa un posible contagio, la actual crisis sanitaria ha puesto en evidencia la poca importancia que la sociedad brinda a sus adultos mayores y las consecuencias psicológicas que ello representan.
“De entrada existe la etiqueta de COVID igual a muerte en los adultos mayores, sin embargo, se ha comprobado que no es una cuestión de edad sino del estado de salud de cada individuo. A los adultos mayores, como sociedad los hemos vuelto vulnerables, con este tipo de etiquetas despertamos en ellos, la ansiedad ante la muerte” señaló.
A la par de las condiciones de salud, el factor económico y el abandono son otras de las implicaciones que desgastan la salud emocional de los adultos mayores durante la denominada cuarentena. En este sentido, Hernández Magaña reconoce que, en algunos casos, este periodo de aislamiento no es nada diferente a la realidad que viven día a día.
Adulto mayor y COVID
Para Hernández Magaña la principal recomendación es acatar las medidas impuestas por las autoridades en materia de salud, correspondientes al denominado aislamiento en casa, lo cual no debe representar un distanciamiento emocional con su familia.
En los casos donde exista la presencia de adultos mayores en casa, la especialista recomienda abordar los temas relacionados al Coronavirus con total apertura, sin llegar a la sobreinformación y mucho menos la desinformación.
Aunado a ello, aconseja mantener una comunicación empática y constante, la realización de actividad física y cognitiva acorde a sus condiciones, la búsqueda y práctica de técnicas de relajación y sobre todo propiciar un ambiente optimista a su alrededor.